¿CÓMO ESCRIBIR UNA HISTORIA DE ‘VIAJE Y RETORNO’?

Teniendo en cuenta este post que escribí en noviembre del año pasado y una solicitud que me hicieron por correo, esta es la cuarta entrada que escribo sobre la estructura de las 7 tramas básicas de Christopher Booker.

Si leíste nuestro post anterior, debes estar pensando que esta tipo de tramas, las que narran un viaje y un retorno, tendrían que parecerse, en cierto modo a la trama de ‘la misión’. Aunque en cierto modo tienen algo en común (el tema del viaje) me gustaría que juzgaras tu qué tan parecidos pueden llegar a ser. Te adelanto que este es el tipo de estructura que manejan historias como ‘Alicia en el país de las maravillas’, ‘el laberinto’ y ‘Crónicas de Narnia’.

Así que ¿qué tal si empezamos?

Qué necesitas para construir una historia de  ‘viaje y retorno’

Si piensas en los ejemplos que te acabo de dar, te darás cuenta que esta es una trama obvia para historias que suceden en el mundo de los sueños y por eso es una de las tramas más comunes en las historias infantiles ya que permiten explorar y conquistar con la seguridad de que el personaje vuelve a casa sano y salvo. Todo vuelve a estar como lo dejó; no habrá cambios en nadie más que él mismo, quien será ahora un poco más maduro.

Y claro, hay un mundo fantástico por explorar lleno de magia y seres extraños. Es un reino donde prima la intuición sobre la lógica y el sentido común bien se puede tirar por la ventana. Por esta razón, el héroe tiene que apoyarse en el consejo de sus aliados quienes, en su mayoría, son embusteros (y un buen puñado de ellos terminarán por ponerlo en peligro). La mejor forma para sobrevivir en un lugar así y encontrar su camino a casa será confiar en su intuición.

Al comienzo, la historia parece un poco sencilla y ligera, con toques de diversión y situaciones increíbles hasta que las cosas empiezan a ponerse un poco oscuras: el héroe tiene que superar varias pruebas hasta llegar a la amenaza final, escapar de la muerte en el último segundo y volver a casa más maduro pero sin algún cambio físico.

En este tipo de historias, presentarle un personaje que podría ser la pareja supone un problema: al final el héroe no puede llevarse nada con él más allá que los recuerdos y la experiencia y por eso tendría que dejar a su pareja atrás. Eso sí, hay quienes superan este problema al escribir una versión paralela del ser amado en el mundo que habita el protagonista.

En general, estas son las etapas de una historia de ‘viaje y regreso’:

Primera etapa o la ‘caída’ en otro mundo

La conciencia del héroe está restringida de una forma y otra: puede ser que sea muy joven, que tenga alguna enfermedad seria, que esté aburrido, alcoholizado o imprudente. También es común que se haya quedado dormido o que sufra algún golpe en la cabeza. En todo caso, el personaje despierta o se despabila en una realidad alternativa o en un mundo que no conoce.

Segunda etapa: fascinación inicial

Ese nuevo mundo es extraño y poco familiar y por esta razón es fascinante. El héroe explora un poco, sin embargo pronto se da cuenta de que en ese un lugar no se puede sentir como en casa.

Tercera etapa: la frustración

El modo aventura empieza a desvanecerse: no es tan fácil como en el comienzo y las opciones empiezan a desaparecer; el héroe se siente acorralado. Da la impresión de que una sombra empezara a consumir poco a poco el mundo.

Cuarta etapa: la pesadilla

La sombra se toma la historia y  el héroe se siente condenado.

Quinta etapa: Escape y regreso

Cuando parece que todo está perdido, el héroe escapa de manera dramática y vuelve al mundo que pertenece. Ahí es donde surge la pregunta: ¿Hubo algún tipo de desarrollo de personaje?, ¿Cambió de manera fundamental o fue solo un sueño?

Y Ahora, a editar.

Ahora cuéntame, ¿qué tanto se parece a la trama de la semana pasada?


Esperamos que este artículo te sirva para escribir tu trama. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.

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Imagen: Alexander Boden (vía flickr)

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